viernes, 9 de mayo de 2008

sanas incívicas costumbres

a este señor al que he tapado la cara con una cebolla-granada para preservar su integridad -initimidad-, le vino súbitamente la necesidad de cometer un acto incívico.


no hago una valoración seria porque ni el estado, ni la santa madre iglesia católica apostólica romana del séptimo tropezón y de todos los santos, me han otorgado la autoridad para tomar decisiones sobre moralidad y civismo.

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