lunes, 5 de mayo de 2008

botellones, corbatas, y fiestas de guardar

nota: los incidentes ocurridos en la pasada madrugada en las inmediaciones de la fuente de las batallas, san antón y palacio de congresos, así como otros similares ocurridos en otras ciudades, originados por las celebraciones del título de liga ganado matemáticamente el día de ayer por el real madrid, podrían enturbiar la intencionalidad de este texto. sobre dichos incidentes, no tengo más conocimiento que a través de la agencia europa press, que a su vez se basa en fuentes policiales. si bien, a veces, hay que desconfiar de dichas fuentes, sometidas siempre al interés de la autoridad, al ser las únicas de que dispongo, las doy por válidas. quiero dejar claro que a mí los festejos deportivos ni me van ni me vienen, que no los considero en este texto, y que por supuesto condeno la violencia callejera que a menudo generan.

las cruces y la ley anti-botellón

el pasado puente se ha celebrado en granada la fiesta del día de la cruz. en años anteriores la afluencia masiva de gente y el consumo indiscriminado de alcohol en la vía pública, catalizado además por la moda de los macrobotellones, ocasionaron un estado de anarquía que generó muchas críticas por parte de los sectores más tradicionalistas de la ciudad, y los que, sin ser tradicionalistas, no se sienten identificados con esa forma de diversión, y veían que la fiesta de las cruces perdía el sentido arraigado de su génesis popular.

durante varios años, el ayuntamiento de granada consintió en gran medida, aunque no de forma abierta, esta, llamémoslo así, degeneración.

cabe mencionar también la fiesta de la primavera, una fiesta de base estudiantil y, normalmente, no oficial, extendida por varias ciudades de andalucía y de otras zonas de españa.

a partir de las cruces de 2005, en que el día 2 de mayo -día anterior al auténtico día de la cruz- nos concentramos en torno a la plaza de toros alrededor de 10.000 personas y, sobre todo, la fiesta de la primavera de 2006, en que se convocaron a través de medios telemáticos -principalmente e-mail y sms- botellones con cifras históricas en diversas ciudades de la geografía española, especialmente en andalucía (caben destacar los 17.000 botelloneros de sevilla y los 30.000 de granada), se generó entre los sectores más moralistas de la ciudadanía y la clase política una alarma y una preocupación considerables.

se inició entonces un proceso anti-botellón sustentado principalmente por una plataforma formada por representaciones de los ayuntamientos de las principales poblaciones andaluzas, encabezados por el alcalde de granada, y secundada por numerosas asociaciones de vecinos de las diversas ciudades afectadas. dicho proceso culminó con la entrada en vigor el 1 de enero de 2007 de la ley 7/2006, de 24 de octubre, sobre potestades administrativas en materia de determinadas actividades de ocio en los espacios abiertos de los municipios de andalucía, aprobada por el parlamento andaluz el 11 de octubre de 2006 y publicada en el BOJA número 215 de 7 de noviembre de 2006.

los puntos principales de esta ley son la potestad de los ayuntamientos para su aplicación, la prohibición de “toda distracción que consista en la permanencia y concentración de personas en espacios abiertos del término municipal, que se reúnan para mantener

relaciones sociales entre ellas, mediante el consumo de bebidas de cualquier tipo”, y la habilitación y delimitación de zonas, bien comunicadas mediante transporte urbano, donde sí se permitan estas actividades, competencia también de las administraciones locales.

muchas son las críticas que se le pueden hacer a esta ley. la principal es la criminalización de la población joven, que en su mayoría opta por esta forma de diversión y que, aunque en muchos casos lo hace de forma irresponsable, en muchos otros no es así. o bien, lo que, por no saber qué nombre darle, llamaré “consideración de borregos a los que se puede meter en un redil para que no molesten”. también el hecho de marcar con el estigma de “botellón” a ciertas cosas que no lo son, como beber una cerveza, un refresco, o, incluso, un botellín de agua en un parque. pero sobre todo, lo que más se le puede achacar es que merma y pone en entredicho el derecho de reunión, reconocido en el artículo 21 de la constitución española.

artículo 21

1. se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. el ejercicio de este derecho no necesitará de autorización previa.

2. en los casos de reuniones en lugares de tránsito público y manifestaciones se dará comunicación previa a la autoridad, que sólo podrá prohibirlas cuando existan razones fundadas de alteración del orden público, con peligro para personas o bienes.

en cuanto a esto, la ley del parlamento andaluz parece ser completamente constitucional. pero habría muchas aristas que pulir. por ejemplo, ¿una botella puede ser considerada un arma? ¿una reunión de 8 o 10 amigos en un parque, con un par de litros de cerveza de por medio, supone una alteración del orden público? ¿y si en vez de con cerveza es con refrescos? ¿cualquier encuentro de las mismas circunstancias que el anterior, haya o no bebidas de por medio, necesita ser comunicado a la autoridad, por el hecho de constituir una reunion en un lugar de tránsito público? ¿y si en vez de 10 personas son 1000, pero no ha habido una voluntad de concentración, sino que ha surgido de forma esporádica, que cada cual ha ido por su propio pie?

lo cierto es que, es de intuir que la razón de que esta ley contemple el establecimiento y delimitación de una zona donde sí se puedan llevar a cabo estas actividades, sea precisamente para que no se viole este derecho fundamental, así como otros, entre los que cabe destacar el derecho al ocio y el derecho a la libre elección (elegir tu forma de diversión).

es obvio y reconocible que, en la mayoría de los casos, un botellón -en el sentido estricto de la palabra- supone una alteración del orden público, por el simple hecho de que genera molestias a otros sectores de la sociedad -vecinos, viandantes...-, además de basura y suciedad. por ello, necesita ser regulado, cosa que es muy difícil. la “ley anti-botellón” tiene muchísimos puntos débiles y es muy mejorable. pero dentro de las alternativas que existen a día de hoy, parece ser la más adecuada.


conductas incívicas

una cosa curiosa que ocurre en granada y que, a mi parecer, condiciona en gran medida el comportamiento del ayuntamiento con respecto a estos temas, es que la mayoría de los que hacen botellón son los que vienen de fuera, o los estudiantes, que en su mayoría también somos de fuera y no votamos en granada, y como no votamos, pues nunca vamos a poder amenazar el que esos señores y señoras se mantengan en su cargo.


esos señores y señoras, los políticos, suelen ser gente con chaqueta y corbata, educados en las mejores esuelas y universidades, entre las que supongo que no está la de granada, porque los estudiantes de granada somos todos unos gamberros, unos vándalos y unos incívicos.


una de las labores de esos señores con corbata es precísamente definir lo que es o no incívico. es todo lo que se salga de sus planes y de su visión de cómo debe comportarse la gente, atendiendo a la moral católica, que, aunque el estado sea laico, sigue siendo el modelo ético que los políticos suponen que debemos seguir.

incívico es, por ejemplo, lo que se podrá substraer del siguiente caso:

es cierto que muchos graffitis son horribles y no hacen más que ensuciar la imagen de la ciudad. pero también los hay muy bellos. y hay también casos donde es preferible un graffiti a la pared desnuda e insulsa de bloques de hormigón. pero más allá de lo bonito o feo, que siempre es subjetivo, un graffiti es ante todo una expresión artística, el lenguaje que utiliza el graffitero para expresar sus ideas, sus emociones, o simplemente para decir “hola, mundo, yo también existo”. hay graffiteros que son tan buenos que incluso los que se encargan de definir lo que es cívico o incívico los han reconocido como artistas. no hay más que remitirse a nuestro niño de las pinturas, o al británico banksy. sin embargo, son casos muy excepcionales, motivados seguramente por miedo a que la opinión pública se les ponga en contra.

en la escuela técnica superior de arquitectura de granada está teniendo lugar este año el curso diálogos y negociaciones, en el que están trabajando en el albaicín. básicamente están trabajando "de tú a tú" con los diversos sectores sociales del barrio, para activar una movilización ciudadana que luego les permita, no a los alumnos de la escuela, sino a los propios vecinos, con su ayuda, realizar cosas que mejoren el barrio. uno de los grupos está trabajando con los niños del colegio gómez moreno. se les ocurrió que en una pared cercana al colegio que estaba muy descuidada, podían restaurarla con un mural, hecho por los niños y obviamente, cuidados y ayudados por ellos y por algunos profesores del colegio. serviría no sólo para restaurar la pared, sino además como actividad educativa. pidieron permiso al ayuntamiento porque, ante todo, no pueden, ni deben, ni quieren hacer nada de forma ilegal. la respuesta fue que eso era una "conducta incívica". que si querían podían blanquear la pared, pero no les iban a consentir hacer un graffiti. hay muchos vecinos del barrio que llevan años pidiendo permisos para blanquear sus casas y siempre se los deniegan por el tema del patrimonio, los bienes culturales, etc., etc., etc. y a ellos a la primera de cambio les permitieron blanquear la pared sólo para evitar la "conducta incívica" que suponía realizar esa actividad educativa con los niños.

una de las intenciones de la ley 7/2006 es, tal y como se expresa en el apartado uno de su artículo primero, “corregir actividades incívicas incompatibles con la normal utilización de los espacios abiertos de los núcleos urbanos”. supongo que se refiere a orinar y vomitar en la vía pública y a generar basura y ruido. si es así, no puedo dejar de estar de acuerdo con esa expresión.

pero la realidad es que la promulgación de esa ley convierte en incívico también el botellón en sí mismo y, por extensión, otras cosas que no son botellón pero que quedan automáticamente marcadas por ese estigma. por ejemplo, si, como a mí, te gusta irte con los amigos al triunfo y comprar una botella de cerveza y bebérosla, eso es botellón, y por tanto incívico. pero llegaré aún más lejos: si vas de paseo por el salón con varias personas, te sientas en un banco y os da sed, va alguien y compra una botella de agua, y bebéis de ella estando sentados en el banco, según esta ley, eso es botellón, y por tanto una conducta incívica. obviamente, la policía no te va a multar por eso, pero, si quisieran hacerlo, podrían.


violación de derechos y falta de respeto a la sociedad

ya he dicho que la aplicación de la ley 7/2006 me parece, aunque se pueda mejorar mucho, adecuada. el problema grave viene cuando la competencia que otorga a las administraciones locales, y la autoridad de éstas para decidir lo que es cívico y lo que no, hace que la interpreten como les venga en gana y la conviertan en “ley seca”, en lugar de “ley anti-botellón”.

en las cruces de 2007, ya con la ley en vigor, se redujo considerablemente el número de cruces y barras autorizadas, y en un principio se amenazó con cerrar el botellódromo, aunque al final no fue así. además, se promovieron diversas actividades culturales con la intención de restituir el valor tradicional de la fiesta.

pero lejos de ser una especie de “transición” en que año a año se restablezca su normalidad -fidelidad a la tradición-, la edición de 2008 ha sido mucho más restrictiva.

el pasado 25 de abril, josé torres hurtado, alcalde de granada, publicó un bando en el que se decía, textualmente:

se ha conocido la convocatoria, por diversos medios (correos electrónicos y sms) de un llamado "macro-botellón" en nuestra ciudad, que tendría lugar durante los próximos días 1, 2 y 3 de mayo de 2008. dicha convocatoria no hace sino empañar e imposibilitar el normal desarrollo de la tradicional fiesta del día de la cruz, que ha sido recuperada en su génesis popular, como expresión del buen hacer artístico de vecinos, comerciantes, asociaciones e instituciones que engalanan nuestras calles y plazas con sus cruces.


ante la perturbación de la vida ciudadana que dicha concentración representaría, ante la necesidad de proteger la esencia de la celebración de la fiesta de la cruz, y por la obligación de preservar bienes superiores, éste excmo. ayuntamiento de mi presidencia no tiene más alternativa que la denegación de cualquier tipo de autorización para celebrar actividades de ocio de las previstas en dicha legislación así como el consumo de bebidas en los espacios públicos, en todo el término municipal de granada, durante los días 1, 2 y 3 de mayo de 2008, incluido el espacio normalmente habilitado para dichas actividades de ocio.

asimismo, no se autorizó la instalación de ninguna barra, acompañara o no a una cruz, en ningún lugar de la ciudad.

como bien se ha dicho ntes, la ley 7/2006 establece como competencia de los ayuntamientos la habilitación de una zona destinada a "este tipo de actividades de ocio". entiendo que competencia no implica obligación, pero sí responsabilidad. si prohíbes el desarrollo en el término municipal de una actividad que en sí misma no es ilegal (es decir, lo ilegal no es realizarlo, sino realizarlo en determinados lugares), probablemente no tendrás la obligación, pero sí la responsabilidad para con la sociedad, de asegurar la existencia esa zona, puesto que si no, estás violando los derechos anteriormente mencionados.

por otra parte la misma ley establece como excepción las fiestas, previamente autorizadas por el ayuntamiento. por tanto, entiendo que el señor torres hurtado no considera las cruces como fiesta, y que por tanto no las ha autorizado como tal. aun así, en su bando, lo sigue llamando "tradicional fiesta del día de la cruz", cuando lo ha reducido a una mera manifestación cultural. en ese sentido, creo que se trata de otra, llamémoslo así, falta de responsabilidad para con la ciudadanía y la tradición granadina.

profundizando más, vemos que la medida tiene carácter de preventiva, tal como dice el bando, ante una supuesta convocatoria de macrobotellón via e-mail y sms, y con la finalidad de evitar "la perturbación de la vida ciudadana que dicha concentración representaría, ante la necesidad de proteger la esencia de la celebración de la fiesta de la cruz, y por la obligación de preservar bienes superiores".

por un lado, desde que hace unos años asistimos atónitos a la guerra que george bush se inventó en irak, con el apoyo de tony blair y josé maría aznar, una gran mayoría de la sociedad desconfía mucho de las “medidas preventivas”.

de igual modo, el alcalde, en el contexto de la fiesta de la primavera celebrada a finales del pasado marzo, hizo investigar el origen de un comunicado via internet que convocaba un macrobotellón con motivo de dicha fiesta. fue localizado en un joven granadino residente en sevilla, que fue denunciado por el propio torres hurtado por la perturbacón en potencia del orden público que suponía dicho comunicado. el juez instructor desestimó la denuncia, alegando que tal perturbación suponía un hecho futurible, y que sólo se pueden juzgar hechos consumados.

por otra parte, a mí no me llegó la convocatoria citada en el bando de 25 de abril, ni conozco a nadie a quien le llegara. también es verdad que eso no significa que no existiera. pero, sobre todo, ¿cómo se puede predecir que vaya a suponer una perturbación de la vida ciudadana el normal uso de un lugar que, tal como dice el mismo bando y la ley, se habilitó para que "se puedan desarrollar las actividades de ocio a que se refiere la ley, con absoluto respeto al normal desenvolvimiento de la convivencia ciudadana"? es una contradicción con letras mayúsculas.

lo que hace falta es control y no represión. ¿se prevé una afluencia masiva extraordinaria en el botellódromo? 50, 100 policías si hace falta, vigilando que nadie “se salga del tiesto”. ¿que el botellódromo se llena y la gente empieza a ocupar la vía? se acordona la acera de enfrente, donde siempre hemos hecho botellones sin que nadie se manifestara en contra, y los que no quepan, que se vayan ahí. ¿que el niñato de turno se mete en el parking y orina donde primero pilla? multa al canto, que para eso está la ley.

pero no, claro, es mucho más fácil decir "se prohíbe el consumo de alcohol en todo el término municipal, incluído el botellódromo". no señores, eso es represión y lo que hacía franco era jugar al risk.

es cierto que no se debe permitir que la fiesta degenere y se convierta en una cosa completamente distinta a lo que en su génesis popular es. y también es cierto que el botellón necesita control. pero tampoco se debe coartar la evolución de la sociedad hacia nuevas formas de ninguno de sus aspectos (y el ocio y la diversión son aspectos fundamentales de la sociedad, ¿no?). el botellón es, digámoslo así, la forma de divertirse que se ha establecido como la "correspondiente a esta época" (igual que nuestros padres hacían guateques, nosotros hacemos botellones). pero no hay que buscar culpables, como suelen hacerlo los sectores más tradicionalistas y retrógrados de la población. es simplemente cuestión de modas y de deriva de la sociedad.

en todas las fiestas, sean como sean, se molesta y se ensucia. pero, sinceramente, no me imagino a los ayuntamientos de otras ciudades "mutilando" fiestas como los sanfermines o el carnaval de cádiz. lo que están haciendo en granada, es, literalmente, "matar al perro para curar la rabia".

apoyo ideas que se han sugerido en foros en los que he participado en los últimos días, tales como subordinar la instalación de una barra a la de una cruz y no, como en ocasiones había ocurrido, que se instalaran barras independientes, o, por ejemplo, que se vigile que no se hagan botellones en cualquier parte, sólo en el botellódromo, o que se establezca una diferencia formal entre lo que es botellón y lo que es, por ejemplo, comprarse una botella de pilycrim para compartirla entre amigos que están alegremente bailando sevillanas en una plaza donde hay una cruz, o bien, que se delimite un espacio alrededor de las barras, fuera del cual no se pueda beber.

a mí no me gusta el botellón, me parece insulso y denigrante. sí es verdad que hace años hacía botellón, porque es lo que todo el mundo hace. pero lo que yo defiendo aquí no es el botellón en sí mismo, sino la libertad de la gente a elegir la forma de diversión que le venga en gana. eso sí, siempre que sea legal, y con todo el respeto posible hacia todos los sectores de la sociedad. como ya he dicho, la solución al problema es difícil, y la aplicación de la ley 7/2006 parece ser una forma adecuada de solucionarlo (aunque sea muy mejorable). pero, como toda ley, requiere responsabilidad por ambas partes, tanto por los obligados a cumplirla como por los obligados a hacerla cumplir. cerrar el botellódromo durante las cruces es un incumplimiento de la ley por parte de la autoridad, y establecerla como una fiesta abstemia, una falta de respeto a la tradición y la idiosincrasia de la ciudadanía. ¿quién administra a los administradores?

para finalizar, aunque no soy partidario de plantear ideas subjetivas que no tengan suficiente base objetiva, lanzaré, como un tiro al aire, algo que se ha estado urdiendo en todos los corrillos habidos y por haber durante estos días. los mayores beneficiarios de todo esto, han sido los bares: donde hay bula, no hay pecado.


fuentes:


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