martes, 14 de julio de 2009

matrix recognized

o ¡hay que ver las cosas que se dicen!


se dice que realmente vivimos en matrix, o en una caverna, según las preferencias del lector. pero olvídese de sombras proyectadas en la pared, o de tecnocracias y simulaciones. el metaverso en que vivimos es mucho más cercano y tangible. abra su mente, y piense en aquellos indicios que día a día se ven por todas partes.


de hecho, se dice que hay muchísimos argumentos que corroborarían esta hipótesis, pero que ninguno de ellos es firmemente demostrable, al igual que no es demostrable que pudiéramos estar o no viviendo en un matrix, tal y como lo presenta la película.


para ir entrando en situación, empecemos por un ejemplo muy banal:


se dice que el verdadero autor de la mayoría de las canciones de los beatles fue un escocés llamado david pilgrim, unos 5 años antes de que los de liverpool comenzaran su carrera, y el cual murió antes de que se hicieran famosos. se dice que las discográficas que promocionaron al grupo, y sobre todo, el gobierno británico, se han encargado desde entonces de ocultar este asunto.


hablando de los beatles, se dice que paul mccartney está muerto, desde 1966, y que el paul que actualmente conocemos es un doble suyo canadiense llamado william campbell al que “regalaron” la vida de mccartney. es cierto que, sea o no verdad, a día de hoy, ¿qué más da? ha tenido 43 años para convertirse en paul mccartney, ganándoselo a pulso, aunque naciera con otro nombre.


ése es precisamente el fundamento principal del mátrix en el que se dice que vivimos. si algo es una gran mentira pero se ha mantenido como verdad durante mucho tiempo, y ha enraizado profundamente en la conciencia colectiva, llega a convertirse en una verdad que: primero, no nos cuestionamos, por inercia; segundo, nos parece absurdo cuestionárnosla, porque está tan arraigada en nuestro ser que nos parece imposible que no sea verdad; tercero, tenemos miedo a cuestionárnosla, porque si resultara no ser verdad gran parte de lo que somos se caería en pedazos; y cuarto, ante la duda, miramos hacia otra parte, por si acaso.


y así es como, se dice, está construido nuestro mundo. en cuanto a esto, se dicen muchas cosas. algunas son fácilmente demostrables. otras no tanto, y se prefieren mantener como rumores, o como teorías de la conspiración.


se dice, por ejemplo, que ningún país ha cumplido el protocolo de kyoto. visto así, al menos se puede decir que los estados unidos fueron sinceros al no firmarlo.


se dice que si una radio está valorada en 20 €, puede darse el caso de que usted la encuentre por 5 € en el supermercado de turno. se dice que los otros 15 € los pagan un niño en bangladesh, unos cuantos árboles en el amazonas, un río en kenia, y el aire que respiramos todos. se dice que realmente casi ningún precio es real, sino que se basan en indicadores de mercado y estudios psicológicos, creados al efecto de que consumamos más y más.


se dice que el consumismo se inventó en los años cincuenta para mantener a flote la economía de los estados unidos. se dice que hasta entonces había sido una economía de guerra, y necesitaba reformarse para subsistir en tiempos de paz. por tanto, no se dice, sino que se sabe, que el consumismo es la principal herramienta del capitalismo.


pero no es la única. se dice que el sistema es capaz de cometer auténticas atrocidades para mantenerse siempre en auge. se le puede comparar con un virus capaz de mutar una y mil veces para hacer frente a las adversidades que se le presentan. puede ser que ese virus en sus orígenes fuera inofensivo, pero esas mutaciones lo convierten en un temible depredador.


se dice, por ejemplo, que el capitalismo aprovecha los momentos de shock generalizado, como los golpes de estado, los ataques terroristas, o las catástrofes naturales, para realizar cambios en la política o la economía que en estados de calma serían impermisibles.


se dice también que en la mayoría de las ocasiones las guerras son intencionalmente desencadenadas para generar movimientos económicos, tales como la venta de armas (esto es obvio), la redistribución de los flujos del comercio del petróleo, o la apertura de mercados en lugares en los que de otro modo sería imposible. recordemos, por ejemplo, la guerra de irak. 6 años después, ¿dónde están las armas de destrucción masiva?


se dice que la crisis actual es verdad sólo en parte. es verdad la crisis financiera que ha provocado el desmoronamiento de los bancos. pero la crisis generalizada, la del día a día de la vida cotidiana de las personas a pie de calle, se dice que no es verdad del todo. podría ser verdad pero no estar producida de forma natural. se dice que se podría haber evitado, pero se la ha dejado estar para poder introducir cambios en el sistema económico que asegure que esto no sea el fin del capitalismo. ¿habría habido, de otro modo, necesidad de reinyectar dinero público (a modo de subvenciones, eso sí, que la gente esté siempre contenta) en el mercado del automóvil, precisamente en una época en que tan preocupados estamos con el cambio climático?


y es que, se dice que, la democracia es la segunda principal herramienta del capitalismo. nació como algo muy bueno para la sociedad, de las mentes ilustradas de unos siglos atrás. pero (se dice que) el sistema económico la ha modelado a su antojo e interés. a día de hoy, los gobiernos (se dice) hacen lo que les dicen las multinacionales que deben de hacer.


la democracia representativa (la democracia tal y como la conocemos hoy día) no es una democracia real, sino un teatro para hacernos creer que somos dueños de nuestro destino. funciona así: usted cada cuatro o cinco años, según el órgano del que hablemos, va a las urnas a votar a una persona que le representará a usted y a, digamos, 150.000 personas más. ¿usted creía que votaba a quién sería su presidente del gobierno? pues estaba equivocado. relájese y siga leyendo. esa persona a la que usted ha votado, conocido en el caso español como “diputado por (por ejemplo) almería”, no le conoce a usted ni a la mayoría de los otros 150.000 a los que representa, y probablemente usted no sepa ni siquiera cómo se llama esa persona, cómo piensa, ni cómo actúa, precisamente porque usted creía que estaba votando por un presidente del gobierno, y no por un diputado. puede ser que usted sí conociera cómo funciona esto, pero no se había parado a pensar que tal vez este no sea el sistema más adecuado. y sin embargo, con su voto, ¡está autorizando a esa persona a tomar decisiones en su nombre!


luego esa persona y otras 300 más elegidas de la misma forma votan al presidente del gobierno. su diputado ha votado a una persona en su nombre, pero a lo mejor no es el que usted quería. una vez elegido el presidente, éste, a dedo, elige a los que quiere que formen su equipo. entonces... ¿dónde está la democracia? yo diría que esto es una democracia “a medias”...


pero aún hay más. una vez constituido el gobierno y las cortes, se encargan de formular leyes y hacerlas cumplir. unas serán a petición de las multinacionales, porque hay que tenerlas contentas si no queremos que el país se vaya a la ruina. otras serán a petición de la opinión pública (de la que más adelante hablaremos), porque hay que tener contento al pueblo para seguir en el poder.


luego, el estas leyes se someten a las cortes para que las voten en nombre de la sociedad. ¿pero no habíamos quedado en que nos representaban sólo a medias? si el diputado o el senador al que usted eligió vota lo contrario a lo que usted desearía, ¿dónde está la democracia?


está claro que en algo se deben basar estos diputados y senadores a la hora de emitir sus votos. normalmente lo harán según lo que dicte el partido al que pertenezcan. y los partidos, a su vez, emitirán sus dictámenes en base a si quieren contentar a las empresas, a otros entes de poder (como por ejemplo la iglesia), o a la opinión pública.


y estos son los dos medidores de las ideologías políticas: las libertades sociales y las libertades económicas. quien le hace más la pelota a las empresas y otros entes de poder, se hace llamar neoliberal, y quien le hace más la pelota al pueblo se hace llamar socialdemócrata.


se dice que el neoliberalismo es la ideología del capitalismo y, en algunos casos, de los valores tradicionales y/o la religión. se dice que las ideologías socialdemócratas son una mutación de las antiguas ideologías socialistas y/o comunistas, adaptadas a vivir dentro del capitalismo, para apaciguar las voces más críticas. las voces críticas no interesan al capitalismo.


por tanto, se dice que la democracia, y el capitalismo a través de ella, necesita que el espectro ideológico se reduzca sólo a estas dos opciones (socialdemocracia y neoliberalismo). esto se dice que se consigue de dos formas.


una de esas formas consiste en criminalizar a las ideologías que propongan sistemas económicos y sociales opuestos al capitalismo y a la democracia representativa. esto es, principalmente, el comunismo y el anarquismo. recuerde usted cualquier película americana de los 60, los 70, o incluso los 80, en la que aparezca un coronel rechoncho y déspota que utiliza la palabra “comunista” como si de un insulto se tratara. de hecho, yo apostaría a que la mayoría de los estadounidenses no tienen ni idea de quién fue karl marx, y piensan que el comunismo es obra del demonio. por otro lado, piense en la palabra “anarquista” y acto seguido imagine a una persona que represente el estereotipo de la ideología. se está imaginando usted a un muchacho joven con cresta, ropas muy llamativas y desaliñadas y el cuerpo lleno de agujeros atravesados por piezas de metal, que se dedica a ir por todas partes buscando pelea, pintando paredes, quemando contenedores y escuchando soziedad alkoholika a todo volumen, ¿verdad?. pues ahora contrástelo con lo que dicen los verdaderos ideólogos del movimiento sobre lo que significa en realidad ser anarquista (consulte por ejemplo, la anarcopedia). le puedo asegurar que bakunin no escuchaba a soziedad alkoholika ni llevaba piercings. ¿cree ahora que esa imagen es real, o que la ha estereotipado alguien a quien no le interesa que el anarquismo tenga credibilidad?


esos estereotipos se crean gracias a la bendita opinión pública, que a su vez es la otra forma de reducir el espectro ideológico a las dos opciones de que hablábamos antes.


la opinión pública es la piedra filosofal y la navaja suiza de la democracia representativa. viene a ser, más o menos, lo que opina el pueblo sobre lo que hacen los dirigentes. pero no se confunda: funciona justo al revés de como a priori se puede pensar. no está hecha de mentes pensantes, sino que está proyectada por los medios de comunicación al servicio de las clases dirigentes. de esta forma, acaba haciéndonos pensar lo que ellos quieren, o justo lo contrario, según si en un momento determinado está de parte del grupo que está en el poder o del que está en la oposición. también sirve para restar credibilidad a las minorías, reforzando su imagen de minoría para que la gente se vaya pasando a las mayorías (socialdemocracia y neoliberalismo). otra utilidad es la de tapar las fallas de la democracia representativa, haciéndonos creer que los políticos realmente escuchan a la gente. pero claro, todo esto no se sabe, sólo se dice.


todas esas funciones que cubre la opinión pública son necesarias porque, se dice, que toda mente pensante es, en potencia, una voz crítica, y por tanto una amenaza para el sistema. se dice que comienza a ser una amenaza activa en el momento en que empieza a comprender el verdadero significado y dimensión de ciertas palabras, entre las que se encuentran “socialdemocracia” y “neoliberalismo”.


para que no haya demasiadas amenazas para el sistema, hace falta (y con esto estamos casi llegando al kernel de matrix) la herramienta más potente de cuantas se conocen: los medios de comunicación, el cuarto poder de la democracia, y el cebo del capitalismo.


se dice que la clase dirigente utiliza los medios de comunicación para modelar la opinión pública, para tener distraídas a las mentes pensantes, y para mantener en alza la fiebre consumista mediante la publicidad. se dice que los telediarios y los periódicos no son todo lo imparciales que debieran, que a la gente no le gustarían los realities si no nos los metieran hasta en la sopa, y se dice también que a las compañías eléctricas les importan un carajo los hijos de tus hijos.


de forma complementaria, se dice que muchas veces la historia ha sido manipulada de forma que creamos que somos algo que en realidad no somos. busque usted en una biblioteca, por ejemplo, un libro de texto escolar de la época de la dictadura de franco. verá cuán una, grande y libre era españa durante (ahora lo sabemos) los cuarenta años más oscuros de nuestra historia.


y todas estas cosas puestas en una olla a fuego lento, se dice que crean un mundo ilusorio para mantenernos moderadamente felices y que no nos rebelemos contra la clase dirigente (no los que dirigen en un momento determinado, sino la democracia en sí misma), ni contra el sistema capitalista. ¡pero, ojo! tampoco podemos ser demasiado felices. a veces debemos sentirnos un poco mal... para que consumamos cosas que nos hagan sentir mejor.


ese mundo ilusorio es el llamado “estado de bienestar”. ése es, exactamente, el matrix del que aquí se habla.


para que nosotros podamos vivir en ese matrix es necesario que dos tercios de la población mundial vivan en la miseria, y el planeta se degrade a una velocidad, cuanto menos, inquietante. dicho en otras palabras, para que nosotros podamos pagar 5 € por el dichoso estado de bienestar, ellos deben pagar 15 € por la superpoblación, la desnutrición, las enfermedades, el analfabetismo, la sobreexplotación de los recursos naturales, la deforestación, el cambio climático, etc., etc., etc.


por supuesto, casi ninguno de los argumentos que se han dado se puede demostrar. sólo son cosas que “se dicen”.


se dice, por último, que si todas estas cosas fueran verdad, por un principio casi matemático se deduce que serían sólo la punta del iceberg y que se deben de estar cometiendo verdaderas atrocidades que no dejarían indiferente a nadie. en voz baja, se ha llegado a decir, incluso, que los países desarrollados violan a diario la declaración universal de derechos humanos, esa que nos llena tanto la boca.


pero esas cosas ya no se dicen. sencillamente porque se dice que quien conoce toda la verdad tiene detrás a un agente smith apuntándole con una pistola a la cabeza para que no la revele.


luego... ¿quiere usted la pastilla roja, o la pastilla azul? si elige la roja, símplemente manténgase escéptico ante cualquier cosa que “le digan”. si elige la azul, entonces vea un rato la tele, cómase una rica hamburguesa, o vaya a comprarse unos bonitos zapatos, ahora que están más baratos a causa de la crisis.

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