cuando uno reconoce a su cyber ego, su personalidad entonces empieza a crecer y a adquirir características que lo diferencian (aunque no lo desvinculan) del yo real. hace tiempo, la historia más interesante que uno podía contar sobre su cyber ego era “cómo elegí mi nick”. pero desde que la sociedad se sumergió en el mundo virtual de la web 2.0, el cyber ego y el yo real viven vidas paralelas y muy distintas. cada uno tiene su propia historia. hyde era todo lo que jekill había deseado siempre ser. o, mejor dicho, hyde tenía todas las partes buenas de jekill, potenciadas, a veces incluso exageradas, pero no sus partes malas. si jekill era tímido y (bastante) cobarde, hyde era atrevido, irreverente y follonero. si jekill rara vez se atrevía a expresar su opinión en público, hyde era un auténtico líder de masas.
jekill a veces soñaba con poder tener la fuerza, la capacidad de liderazgo, el don de gentes, de hyde. deseaba que por un día hyde trascendiera la pantalla de aquél ordenador y tomara su cuerpo. pero, si bien estaban conectados por un simple doble click, la realidad es que estaban separados por todo un mundo.
pero un día fue hyde el que descubrió cómo salir al mundo real. todo residía en la mente de jekill. aprovechó para ello una llamada telefónica de jekill a un amigo suyo:
-soy jekill.
-¿qué jekill?
-jekill... hyde.
hyde había tomado el control de jekill. pocos días después se sorprendío a sí mismo colocando el nombre de hyde sobre la rúbrica de jekill. jekill había muerto.